Pero antes te contamos una historia para que puedas entender, de qué hablamos cuando hablamos de RESTAURACIÓN.
Resulta que un carpintero construyó una silla hermosa para su hija. Se esforzó en cada detalle, y luego de mucho trabajo quedó impresionantemente linda.
En el camino a casa, una pata se quebró y se rayó su pintura. Al parecer la silla podía usarse igual. Sin embargo, él conocía cómo era antes de aquel accidente: tenía el diseño original en mente.
Llegó a casa, y su niña se puso feliz de ver lo que papá había hecho. Él, tenaz, decidió repararla, restaurarla. Al día siguiente la llevó a su taller y luego de mucho trabajo y paciencia la volvió a la forma original, a su primer bosquejo.
¿Podría haber funcionado la silla sin la restauración? Sí. Pero al retornar al diseño original la plenitud belleza volvieron a ser como en el primer momento.
Así es la Restauración de Dios. Nos devuelve la frescura, belleza, nobleza y plenitud con las que nos diseñó para vivir desde el inicio 🔥